domingo, 26 de abril de 2009

EL VALOR DE LA PUNTUALIDAD.

El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestras obligaciones. Muchas veces la impuntualidad nace del interés que despierta en nosotros una actividad. El resultado de vivir de acuerdo a nuestros gustos, es la pérdida de formalidad en nuestro actuar y poco a poco se reafirma el vicio de llegar tarde. En este mismo sentido podríamos añadir la importancia que tiene para nosotros un evento, o por otro lado la poca importancia del mismo.

Un aspecto importante de la puntualidad, es concentrarse en la actividad que estamos realizando, procurando mantener nuestra atención para no divagar y aprovechar mejor el tiempo. Es de gran utilidad programar una alarma.
Lo más grave, es encontrar a personas que sienten “distinguirse” por su impuntualidad, llegar tarde es una forma de llamar la atención o ¿falta de seguridad y de carácter?.

Para la persona impuntual los pretextos y justificaciones están agotados, nadie cree en ellos.
La cuestión no es decir “quiero ser puntual desde mañana”, es hoy, en este momento y poniendo los medios que hagan falta para lograrlo.

Vivir el valor de la puntualidad es una forma de hacerle a los demás la vida más agradable, mejora nuestro orden y nos convierte en personas dignas de confianza.

Ana Julia Parra

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